jueves, 27 de agosto de 2009

TRADICIONES: ¿Herencia de Ancestros o Herencia de Muerte?

Cuantas veces no hemos escuchado en T.V., radio o leído en diversos medios de comunicación las tradiciones que poseen diversos países o ciudades, sin embargo en algunas de ellas detrás de todos esos años de “tradición y cultura”, se encuentra tan aterrorizante ignorancia y crueldad en contra de las demás personas y estatutos sociales, puesto que se llevan a cabo sin pensar en las consecuencias que pueden traer consigo su continua realización.


Un ejemplo claro es la llamada “Tomatina: Guerra de Tomates”, antes que nada la pregunta del millón… ¿Qué ganan con lanzar miles y miles de tomates entre sí?, ó ¿a caso les es retribuido económicamente a quien alcance arrojar más jitomates por minuto?... es ¡Increíble! que se lleguen a tirar toneladas de jitomates en tan solo horas, cuando hay gente que se esforzó por la cultivación y cosecha de éstos y que no sólo perjudica a este grupo sino también a millones de personas existentes alrededor del mundo que están muriendo por no tener ni siquiera un pedazo de vegetal podrido que llevarse a la boca, aunque no tan solo se trata de desperdiciar vegetales o alimentos si no también animales que tienen derecho a vivir y a estar tranquilos dentro de su hábitat, como lo son aquellas ballenas que son sacrificadas por miles de personas, ¿todo por qué?, por “Tradición”, ¡Por Dios Santo!, es espantoso ver como los padres le inculcan esos valores a niños de escasos 8 años, no lo puedo creer; se han preguntado, ¿con que mentalidad crecerá ese niño?, ¿cuál es el valor que le dará a su entorno el día de mañana?, no es posible que estemos permitiendo este tipo de actos, y todavía tienen el descaro de filmar a sus hijos tratando de matar a las ballenas, envueltos en aguas de mar completamente rojas, y coronarse como los “Preservadores de las Tradiciones”, ¡Al carajo con sus tradiciones!, ellos se justifican argumentando que esos eventos se realizan desde hace muchos años, ¡claro!, tienen razón “en tiempos atrás”, en donde la ignorancia estaba a flor de piel, y en donde la mente no estaba tan despejada como ahora en el presente en donde existen millones de fuentes de información, que nos permiten darnos cuenta de todos los daños que causan, no solo tanto para las personas que viven de la pesca en este caso, si no de la alteración de las cadenas alimenticias al acabar con un gran número de población de una especie, lo que genera grandes cambios perjudiciales para el entorno de los ecosistemas naturales que por ende son destruidos vilmente por la “especie más fuerte”:
EL HOMBRE…

Es irónico que en muchas de las ocasiones nos preguntemos por qué surgen tantas desgracias alrededor del mundo y aún no caemos en la razón que la causa de todo esto es la ignorancia y el poderío que se centra en determinados grupos sociales, aquellas masas que solo se dejan llevar por el montón sin analizar lo que en realidad están haciendo. ¡Caramba!, porque si poseemos la capacidad de raciocinio para canalizar toda aquella información que absorbemos del entorno que nos rodea, no nos damos cuenta de las acciones que se llevan a cabo de forma errónea y que no obstante con saber que están mal, solemos repetirlas una y otra vez, hasta agotar con todo lo que tenemos en frente…en lo particular, se me hace demasiado injusto y aberrante este tipo de tradiciones que se llevan a cabo como grandes espectáculos mundiales, en muchas de las ocasiones trato de analizar la finalidad de éstas, pero nunca puedo establecer el objetivo en especifico que estas tradiciones tratan de reflejar en sus brutales eventos.
A la única conclusión que puedo llegar es que como siempre el Hombre quiere seguir siendo la especie más fuerte ante todo, y no estoy diciendo que sea malo, pero que dicho poder se ejerciera de manera justa y equitativa, más no a base de injusticia, arrogancia y muerte. ¿Qué es lo que estamos esperando para terminar con esto?... ¿qué es lo que nos detienes para salvar lo poco que nos queda?... solo espero que podamos actuar con rapidez; antes de que el reloj marque la hora final.





“El hombre mediocre sólo tiene ruinas en el cerebro y prejuicios en el corazón.”